
Con la legalización de la marihuana en Canadá, Uruguay y diversas regiones de los Estados Unidos, sumado a la aceptación del cannabis medicinal en el ámbito de la salud, el consumo de la planta se vuelve más habitual entre distintos sectores sociales, entre ellos, mujeres en estado de gestación.
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Ahora bien, crece el debate sobre el uso del cannabis en esa etapa de la mujer. Por un lado, algunas activistas aseguran que les ayuda a sobrellevar el embarazo, contrarrestar los síntomas de náuseas o vómitos, dolores durante la gestación o en el parto; por otro, investigadores consideran que al igual que otras sustancias naturales o sintéticas, el uso de la marihuana puede representar un riesgo para el bebé mientras se encuentra en el vientre.
Diferentes criterios sobre marihuana y embarazo
Algunos estudios aclaran que el impacto depende del método de consumo del cannabis, ya que por ejemplo, el hecho de fumarlo puede ser perjudicial precisamente por los gases que expide la combustión, situación que no ocurre al ingerir la planta en alimentos, aunque cannabinoides como el CBD podrían incidir en el desarrollo cerebral y el peso del bebé.
Entre las investigaciones destaca una reciente, específicamente del año 2018, publicada en The British Journal of Psychiatry, donde se reseña que el consumo materno de cannabis no se asoció con síntomas psicóticos en el niño.
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Por su parte, algunas evidencias anecdóticas sostienen que el cannabis durante el parto mejora la experiencia del alumbramiento al reducir el dolor y ofrecer una nueva perspectiva.
Entre tanto, La FDA recomienda no usar cannabidiol (CBD), tetrahidrocannabinol (THC) o marihuana en cualquier forma durante el embarazo o la lactancia.
Semillas de cáñamo se pueden consumir durante el embarazo
En cuanto a las semillas de cáñamo, considerada como un súper alimento por su composición, la FDA completó recientemente una evaluación de algunos ingredientes alimenticios derivados de semillas de cáñamo y no tuvo objeciones al uso de estos ingredientes en los alimentos.
Explican que el THC y el CBD se encuentran principalmente en las flores, hojas y tallos de cáñamo y no en las semillas que como tal, podrían llegar a contener cantidades minúsculas de THC y CBD del contacto con otras partes de la planta, pero esas concentraciones serían tan bajas como para no preocupar a ningún grupo, incluidas las madres embarazadas o lactantes.