
La creciente industria del cannabis genera una acentuada demanda de otros artículos que son necesarios para la comercialización de la hierba. Entre los rubros que requiere se encuentran los envasados y/o el embalaje. En un trabajo publicado por Bloomberg se reseña: «a medida que la marihuana crece, la bolsa de plástico es cada vez menos útil».
Esto se debe al auge que el cannabis ha tomado en los últimos años, desde que las autoridades comenzaron a ver sus efectos terapéuticos y despenalizaran en algunas regiones, el uso de la hierba con fines medicinales, e incluso en Uruguay, Canadá y algunas entidades de los Estados Unidos es posible el uso de manera recreacional.
Ese nuevo consumo demanda una gran cantidad de productos que deben ser envasados. De hecho, la hierba como materia prima también necesita un empaquetado particular como el de la bolsa FunkSac que tiene la característica que mantiene sellado el material que envuelve sin dejar salir sus olores y de esta manera el aroma no llega a los niños. Las bolsas FinkSac son uno de los 1500 artículos ofrecidos por KushCo.
Ahora bien, el mercado apunta a nuevos tipos de contenedores, pero elaborar estos artículos es todo un desafío, pues deben cumplir con una serie de requisitos y estándares de calidad que, en el caso de los Estados Unidos, pueden variar según las normas de cada entidad. La mayoría exige recipientes opacos, plásticos aptos para alimentos y empaques a prueba de niños.
Proyecciones
Según Bloomberg son sorprendentes las perspectivas de crecimiento de este sector, las cuales despiertan el interés de las grandes empaquetadoras como Reynolds Group que contempla una ganancia particular de US$110 millones que podría multiplicarse por seis para 2030 a medida que se extiende la legalización; entre tanto, Berry Global Group, que suma US$7.900 millones en ventas mundiales, estima un mercado equivalente a cerca del 1 por ciento de las ventas de marihuana legal, que la firma de investigaciones Cowen espera alcancen los US$75.000 millones de aquí al 2030.