
El cannabis medicinal gana algunos espacios en Brasil, pues personas con prescripción médica pueden adquirir algunas formulaciones cannábicas para tratar su enfermedad, en cuanto al uso de la sustancia vegetal en animales, si bien pudiera ser efectivo por también poseer un sistema endoannabinoide que interactúa con los cannabinoides, todavía el sector no está regulado.
Como tal, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) prohíbe la prescripción de cannabis con fines medicinales en animales domésticos, sin embargo, el estatuto de los veterinarios les autoriza a adoptar los tratamientos que consideren eficaces, por tal razón, estos profesionales pueden prescribir sin sufrir sanciones legales.
Te puede interesar: El cannabis medicinal para mascota apenas empieza su recorrido en Brasil
El inconveniente es que, por esa falta de regulación, los animales corren riesgo, ya que son rehenes en un mercado que no cuenta con el respaldo sanitario y legal de la Anvisa ni del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), este último se encarga de aprobar políticas públicas inherente a los animales.
En Brasil ya han usado cannabis para mascotas
De los antecedentes existentes en Brasil figura el caso con caballos a los cuales le suministraron una mezcla de semillas de cáñamo con alimento para ayudar a ganar peso, también se ha utilizado en algunos perros y gatos, en ese sentido los expertos explican que su sistema endocannabinoide es similar al de los humanos con la particularidad que sus receptores están distribuidos en diferentes lugares y además, suelen ser más sensibles a ciertos cannabinoides.
Te puede interesar: Por estas razones el cannabis medicinal en mascotas es diferente al de humanos
Dejan claro que el THC (tetrahidrocannabinol), el componente psicoactivo del cannabis es una de las sustancias que termina por intoxicar severamente a los perros y gatos, por tal razón, los especialistas advierten que los productos cannábicos para humanos no deben ser los mismos de los animales e insisten en la necesidad de regular el mercado de mascotas, el cual puede ser significativo, pues según la firma Kaya Mind Brasil es el tercer país más grande del mundo en cuanto a población total de mascotas.