La legalización de marihuana en California resguarda la integridad de los niños y adolescentes, hace un tiempo una investigación demostró que disminuyó el consumo entre los adolescentes y ahora un estudio reveló que los minoristas de cannabis evitan que los menores de edad accedan a este tipo de producto para adultos.
Y es que un grupo de investigadores se interesó en conocer si realmente los establecimientos que conforman el comercio cannábico legal en California cumplen con la normativa vigente, con ese objetivo, enviaron a personas con apariencia de menores de edad a 50 dispensarios recreativos, seleccionados al azar en todo el estado para ver si podían ingresar sin presentar una identificación.
En ese proceso, comprobaron que todos los encargados de estas tiendas solicitaron la identificación para constatar la edad de los compradores. “Fue algo sorprendente que se cumpliera al 100 por ciento con la política de identificación para evitar que los clientes menores de edad compraran marihuana directamente de puntos de venta autorizados”, escribieron los autores del estudio, publicado este mes en el Journal of Safety Research. “Sin embargo, eso fue consistente con lo que se observó en otros dos estados, Washington y Colorado”, agregó.
Dispensarios respetan la normativa
Los autores consideran que tales acciones se deben a representantes de ventas responsables y cuidadosos de recibir alguna sanción, pues el incumplimiento de la norma puede conllevar a cierres temporales, e incluso, definitivo del local.
En virtud de la norma, muchas de estas tiendas, habilitan dentro del establecimiento un área de entrada, donde se requiere identificación previa para poder acceder al exhibidor de productos.
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“Parece que los puntos de venta de marihuana recreativa con licencia de California evitan vender sus productos a clientes menores de edad. Una razón podría ser un fuerte incentivo para que los dueños y gerentes de puntos de venta de marihuana recreativa eviten ser cerrados por una actividad ilegal”, escribieron los investigadores.
