Una fórmula que a pocos le cruza por la cabeza y que se les ocurrió a dos amigos atraídos por la música en vivo, beber y socializar en bares, sus nombres, Ben Williams y Wendell Robbins III, quienes decidieron crear la bebida y llamarla Highway Vodka, un licor infundido con cáñamo, el cual nació en Texas de una preparación casera y a la fecha, se ha convertido en una destilería con rápido crecimiento en los Estados Unidos con productos vendidos de manera exitosa.
El viaje de Highway comenzó hace ocho años en un establo de caballos en Houston, cuando los dos amigos comenzaron a experimentar con esa peculiar mezcla y luego de años de ensayo y error, obtuvieron una bebida de licor que despierta el interés de muchos.
El cáñamo como ingrediente estrella
Los fundadores de Highway dejan claro que incluir cáñamo en la receta no tiene nada que ver con el sabor, sino más bien con el efecto, pues en la preparación descubrieron que la planta actúa como un «súper combustible» para la levadura, ya que convierte el azúcar de su otro ingrediente principal, el maíz, en alcohol, además contribuye a formar una capa aceitosa en la parte superior que protege el producto de influencias externas.
Williams y Robins aseguran que el resultado es un vodka más suave con una menor probabilidad de experimentar resaca al día siguiente. «Soy el que hace las pruebas directas, así que sé que incluso si me excedí la noche anterior, no me da ese dolor de cabeza que de otra manera podría tener», aseguró Williams.
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La formulación ganó popularidad en el mercado, al parecer caló en el gusto de los consumidores, pues actualmente la bebida está disponible en más de 25 minoristas en Austin junto con ciudades de Texas, Georgia, Florida y California con proyecciones de expansión a nivel nacional en los próximos años.
