
La marihuana conquista espacios y así lo evidencia la historia contemporánea. Hace unas décadas la planta estaba prohibida a escala mundial por considerarla nociva, pero con el pasar del tiempo las investigaciones han desmentido esa tesis y en los últimos años varios países y numerosas regiones permiten la sustancia vegetal, otros actualmente estudian su legalización.
En ese transcurso, el cannabis penetra en lugares en los que antes era imposible su presencia, como por ejemplo en eventos deportivos de talla mundial, prueba de ello, los recientes Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 que culminaron recientemente.
El CBD ya es permitido en los Juegos Olímpicos
Esta fue la primera edición del certamen deportivo donde los atletas participantes tuvieron la oportunidad de utilizar cannabidiol (CBD), una sustancia proveniente de la planta de cannabis que cuenta con propiedades terapéuticas sin generar efectos psicoactivos.
Tales propiedades ayudan a los deportistas a calmar tensiones y dolores musculares que se producen durante sus entrenamientos o sus actuaciones oficiales, también puede reducir el estrés y la ansiedad que le genera los viajes, cambios de huso horario y presiones previas al debut.
A pesar de los efectos beneficiosos sin llegar a dopar, en las ediciones anteriores de los Juegos Olímpicos su uso estaba completamente prohibido, de hecho, cualquier atleta podía ser suspendido por consumir la sustancia, ya no es así, luego que se hiciera un ajuste en el reglamento, lo que representa un cambio significativo con una mayor tolerancia hacia los derivados del cannabis, aunque no en todos, pues el tetrahidrocannabinol (THC) sigue prohibido.
Debate sobre el THC en el deporte
Aunque el THC no es legal en los Juegos Olímpicos por su efecto psicoactivo y su uso acarrea penalidad, el reglamento establece una sanción proporcionalmente menor en comparación con otras sustancias, como los esteroides anabólicos.
Un caso palpable, se vivió con el pesista chileno, Arley Mendez, quien consumió marihuana poco antes del comienzo de Tokyo 2020 y tras una prueba antidoping le fue detectado THC en su organismo y aunque fue sancionado, la falta no fue obstáculo para que participara en el evento, pues la suspensión fue solo por 30 días, con lo cual le dio oportunidad de llegar al día que tenía pautada su actuación, en cambio, si le hubieran detectado otra sustancia como los esteroides, la historia sería otra, pues la suspensión hubiera sido por más tiempo, lo que lo dejaría por fuera de la competencia.
Te puede interesar: Buscan conocer incidencia de la marihuana en el rendimiento deportivo y tú puedes formar parte del estudio
Quien no corrió con la misma suerte fue la corredora estadounidense Sha’Carri Richardson, quien también le impusieron una sanción, tras detectar THC en su organismo, pues la atleta admitió que consumió cannabis, aunque dejó claro que fue en Oregón, un estado donde la sustancia es completamente legal y lo hizo para enfrentar la pérdida de su madre, su consumo fue más cercano a la fecha pautada para su actuación y por el reglamento vigente, fue sancionada por 30 días y no pudo llegar a tiempo.
Aun así, el caso de Richardson fue motivo de múltiples pronunciamientos, numerosas organizaciones estadounidenses fijaron posición al respecto, entre ellas la Asociación de Atletismo, también varias figuras de la política cuestionaron a la Agencia Mundial Antidopaje y hasta los legisladores pidieron cambiar las políticas actuales sobre el cannabis.
Tales actuaciones conllevan a manifestar que la marihuana también ganó espacios en los Juegos Olímpicos y abrió un debate mundial sobre el uso del cannabis en el deporte y si realmente incide en el rendimiento del atleta, la discusión queda abierta, quizás en la próxima edición olímpica la planta ya esté permitida.