Estilo de vida

El cannabis medicinal lo salvó de una deportación

Una sentencia del Tribunal de Primera Instancia de La Haya amparó a un paciente bajo tratamiento cannábico

Un ciudadano ruso estaba a punto de ser deportado de Holanda a su país de origen y el cannabis medicinal lo salvó de esa explusión. Se trata de un joven de Rusia radicado en tierras holandesas, donde lleva a cabo un tratamiento cannábico para calmar las severas dolencias que le produce una forma rara de leucemia que desarrolló desde sus 16 años de edad.

Ahora bien, por las políticas migratorias de Holanda, este hombre ruso iba a ser deportado, ya que le fue negado en reiteradas oportunidades el acilo, el inconveniente es que, si el involucrado regresa a Rusia, entonces tendría que dejar de usar el cannabis medicinal, pues en ese país está completamente prohibido el uso de esta planta y quien viole esta norma es sancionado con años de cárcel.

Justicia amparó al usuario de cannabis medicinal

Ante la situación y la negativa para el acilo, el paciente recurrió al Tribunal de Primera Instancia de La Haya, donde pidió que se le expidiera el permiso de residencia o por lo menos, se le concediera el aplazamiento de la expulsión, tras la petición, alegó que el tratamiento con cannabis le resulta tan esencial que ya no podría llevar una vida digna si lo llegare a interrumpir.


Te puede interesar: La justicia ampara a embarazadas usuarias de cannabis en Arizona ¡Mira este caso!


Por su parte, las autoridades judiciales analizaron el caso y declararon con lugar la solicitud, en su sentencia expresa: “a la luz de su propia jurisprudencia y de la del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que el Derecho de la Unión sí se opone a que los Estados miembros dicten decisiones de retorno o procedan a la expulsión de nacionales de países terceros que se encuentran en situación irregular y están aquejados de alguna enfermedad grave cuando existan razones serias y fundadas para creer que el retorno de dichos nacionales los expondría, por no estar disponible la atención adecuada en el país de destino, al peligro real de un aumento rápido, considerable e irreparable del dolor que les provoca la enfermedad”.

Con ese pronunciamiento, el paciente resultó amparado por la justicia que privó por encima de cualquier disposición la salud y el bienestar del accionante.

Árticulos relacionados

Back to top button