
Cookies, una conocida empresa del sector cannábico que consiguió alrededor de 400 millones de dólares en ventas brutas el año pasado y analistas estiman continúe en ascenso, tiene como cabeza a Berner, un conocido rapero que, en sus años de adolescencias, realizó labores de dealer y hoy día se posiciona en el plano musical y además está detrás de la referida compañía.
Según una entrevista a Forbes, Gilbert Milan Jr., nombre real de Berner, cuando tenía 15 años y vivía la mitad de su tiempo en Arizona con su madre y la otra mitad en California con su padre, comenzó a trabajar con la cadena de comidas rápida Wendy’s, en ese momento, la franquicia ofrecía un bono de 500 dólares por sumarse al equipo de trabajo, con ese dinero y luego de laborar por dos semanas, el hoy día rapero, viajó a la tierra californiana compró marihuana que revendió en Arizona.
Hace lo que le apasiona
Milan entendió que la persona debe hacer lo que realmente le apasiona. “Cuando uno está enamorado de algo, va a ser el mejor en eso. Si se combina el amor y la dedicación, no se fracasa”, comenta Berner, bajo esa filosofía se dejó llevar por el mundo de la música y también por la venta de cannabis desde un punto legal.
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Actualmente está consagrado tanto en la industria musical, como en la cannábica, en la primera de ellas, son muchos los que lo conocen, mientras en la segunda, no todos saben que es quien está detrás de Cookies, la famosa tienda con presencia en Norteamerica y Europa.
Origen de la tienda Cookies
El concepto de tienda inició a principios de milenio, cuando Berner conoció a Jai Chang, cultivador clandestino de cannabis, conocido por ser el autor de una variedad llamada OG Kush y mediante un trabajo en conjunto de varios años, decidieron crear en 2011 su propia marca, llamada Cookies, que además comercializa ropa estilo streetwear y distintas variedades de la planta.
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La firma es tan afamada que en México, España o Dubai hablan de ella y hasta unos canadienses ofrecieron comprarla por 800 millones de dólares, pero Berner rechazó la oferta, pues su plan es continuar al frente para seguir su expansión y evolución sin perder la esencia. “Si alguien quiere comprar Cookies, yo me tengo que quedar al frente del control creativo hasta morirme. Y, cuando me muera, pasa a mi hija”, recalca Barner, quien tiene planes de abrir otras tantas tiendas, en nuevos mercados como Tailandia.