
Ana Valeria Cano, una mexicana de 28 años de edad que actualmente se dedica a impartir talleres sobre cannabis, comenzó su historia en el área hace 10 años, cuando cumplía su mayoría de edad y en una noche buena, descubrió una ramita en una maceta donde había dejado unas semillas de marihuana, se trataba de un pequeño brote, pues la joven no tenía conocimientos en cultivos.
Al ver la matita, Cano se interesó en cultivar la planta y en vista que no contaba algún allegado que la asesorara en el tema, optó por aprender de manera autodidacta. “Estudié muchísimo, me puse a leer libros, sobre todo La biblia del cultivador (Marihuana: horticultura del cannabis, de Jorge Cervante), ahí viene todo lo que se necesita saber”, relató.
Llevó la teoría a la práctica
Una vez se leyó la teoría, se atrevió a realizar las prácticas, comenta que fueron años de experimentar con diferentes tipos de semillas, métodos de hidratación, iluminación y cuidado en general. “De saber que, dependiendo el cuidado, puedes irla creando a tu modo, es muy flexible”, puntualiza.
Tras adquirir esos conocimientos, recibió una invitación para que dictara un taller sobre cultivo, Cano no dudó en aceptarlo, pues quiso compartir todo lo aprendido con otras personas que, como ella en un principio, sienten el interés de plantar cannabis, pero desconocen cómo hacerlo.
Fue así como se convirtió en asesora cannábica, desde entonces imparte cursos titulados “Autocultivo Cannábico para Principiantes”, explica que en ellos, abordan la historia del cannabis para luego hablar de todas las características de la planta, hasta tratar temas como germinación y selección de semillas.
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Sus cursos se llevan a cabo con discreción para evitar problemas con las autoridades, puesto que en México todavía ocurren arremetidas policiales contra quienes poseen cannabis, por tal razón optan por realizar el evento con participantes discretos y una ubicación confidencial.
Detalla que acude un público heterogéneo, “cuando llegué pensando que iba a estar rodeada de gente joven o con intereses lúdicos, pero fue grande mi sorpresa al encontrarme con familias con niños y gente de la tercera edad que llegan a los cursos buscando la planta para un fin medicinal”, relata Cano.
En medio de ese público, Cano se pasea por los temas cannábicos y asegura que si no la detienen, puede extenderse por horas discerniendo sobre el tema Es mi hobbie, aunque me absorbe muchas veces. Es algo que disfruto hacer: comunicar e informar”, afirma la asesora profesional, quien también forma parte de Atiza Verde, colectivo enfocado en la difusión y asesoramiento de las bondades de la marihuana.