Los productos de THC derivados del cáñamo han ganado popularidad en los últimos años, la razón es que los usuarios pueden experimentar los efectos psicoactivos sin incurrir en un hecho ilícito, pues cuando proviene del cáñamo es completamente legal, debido a que la planta es permitida en los Estados Unidos desde finales de 2018.
En ese ámbito ha surgido un nuevo mercado, con numerosas tiendas que ofrecen distintos productos con THC a base de cáñamo y consumidores interesados en probar estas nuevas opciones, precisamente, la compañía Brightfield Group se ha interesado en conocer más sobre este mercado y elaboró un informe donde detalla más al respecto.
Tendencias en consumo de productos con THC derivados del cáñamo
De acuerdo a una encuesta realizada por la firma a 5,000 consumidores, se determinó que el 18% de los estadounidenses conocen el delta-8, y el 6% de los estadounidenses dicen que lo han usado en los últimos seis meses, de ellos, en promedio son hombres, viven en ciudad y tienen hijos en el hogar, en su mayoría, estos consumidores son millenials o más jóvenes.
En cuanto a las razones que llevaron a las personas a utilizar esta categoría de productos, el 56% de los usuarios se consideran más estresados por su salud mental que el consumidor medio y los consumidores de cannabis y CBD; además, el 71% de los usuarios consumen productos a base de cáñamo THC para relajarse, frente al 62% de los consumidores de CBD y el 59% de los usuarios de cannabis.
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El informe también destaca que un número creciente de consumidores de CBD están utilizando simultáneamente productos de THC derivados del cáñamo, pues el conocimiento del delta-8 y -10 THC ha aumentado entre estos últimos consumidores, de hecho, el 50% de ellos conoce estos cannabinoides, mientras que el 15% los ha probado una vez, y el 17% informa haberlos comprado varias veces.
Tal y como se evidencia, se trata de un nuevo mercado con un particular gusto de consumidores que según los analistas puede prevalecer en el tiempo, oportunamente, el informe concluye que las marcas deben tomar en serio la seguridad de sus productos por el bien del consumidor y la industria si quieren permanecer en el mercado y deben centrarse en las ventas en los estados que tienen leyes de cannabinoides derivados del cáñamo, como es el caso de Minnesota, donde probó un proyecto de ley en junio que regula el THC derivado del cáñamo en productos alimenticios y bebidas de hasta 5 mg de THC por porción con no más de 50 mg de THC por paquete.
