
David Morales, un mexicano con casi toda su vida dedicada a la fotografía decidió ir más allá de lo convencional y optó por plasmar imágenes en las hojas de las plantas, una técnica que se le conoce como clorotipia, en la cual Morales incursionó hace aproximadamente 12 años y una vez aprendió, comenzó a exhibir sus trabajos, casi todos ellos, hechos sobre hojas de marihuana y hoy día, algunas de sus obras están expuestas en museos.
Desde joven Morales ha laborado como fotógrafo en una importante editorial mexicana y como parte de su desarrollo profesional, le ha gustado apreciar el trabajo de sus colegas, en esa valoración, se encontró con una edición de la revista National Geographic, donde reseñaron el arte en clorotipia del autor viernamita, Ninh Danh.
Fue entonces cuando Morales se interesó en las imágenes grabadas en hojas vegetales y empezó a instruirse en el área, “me enamoré de la técnica y de inmediato quise aprender”, menciona el fotógrafo, quien explica que básicamente es saber utilizar los rayos solares para plasmar figuras en hojas, aunque deja claro que no es tarea fácil, “pasé por un proceso de ensayo y error hasta conseguir buenos resultados”, agrega.
Tiene preferencia por las hojas de marihuana
En ese abordaje, a Morales le gustó el trabajo sobre hojas de la planta de cannabis, debido a su característica fibrosa que permite resaltar los detalles de la imagen a copiar.
Por esa razón, le llamó la atención trabajar con cannabis a pesar de sus complicaciones, pues todavía en Latinoamérica existen ciertos estigmas y por las leyes vigentes, se hace complicado acceder a la planta, por lo que Morales tuvo que recurrir a la clandestinidad para conseguir su especie de lienzo. “Fue todo un reto, tuve que acudir a consumidores de marihuana conocidos, quienes me facilitaban las hojas para yo poder hacer el trabajo”, relata.
Confiesa que en principio sintió temor, pues por tratarse de una planta prohibida por la legislación vigente, podía verse involucrado en un hecho irregular, poco después superó ese sentimiento, ya que en ningún momento ha promocionado el consumo de cannabis, “el único consumo que incentivo es el del arte”, argumenta Morales.
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Luego que sus amigos vieron sus piezas y se interesaron en quedarse con algunas de ellas, Morales buscó expandir su horizonte para llevar su arte a otros espacios, bajo ese objetivo, se valió de la tecnología para promocionar su trabajo, en particular, abrió una cuenta en Instagram llamada «arteenclorofila» que de inmediato ganó receptividad.
Museos exhibieron sus obras
Sus obras tuvieron mayor alcance, al punto de recibir una convocatoria del Museo Frida Kahlo en Ciudad de México, sus encargados le pidieron que reprodujera varias de las obras de la conocida pintora en las hojas de cannabis, lo cual representó un honor para Morales, luego llegó una invitación del Museo del Cannabis y la Marihuana, donde actualmente se encuentran algunas de sus piezas y participó en dos ediciones de la Expoweed, uno de los festivales cannábicos más importantes del país azteca.
En ese compartir en el entorno social, cultural y urbano, sus obras ganaron todavía más popularidad, no solo en la escena nacional sino también internacional, pues extranjeros admiraron su trabajo que hoy día se exhibe en el Hemp Museum Gallery de Ámsterdam.
De la crisis, la oportunidad
Morales continuó con su desarrollo profesional, tanto en la fotografía como en la clorotipia, pero en 2020 apareció la pandemia por Covid-19, las empresas entraron en recesión y la editorial para la que trabajaba hizo recorte de personal y prescindió de sus servicios.
La medida repercutió sobre Morales y su estabilidad económica, pero no desmayó, sino que confió en su talento, continuó con su producción de obras que, desde entonces, ofrece a la venta e incluso reproduce las imágenes e ideas que tiene sus clientes.
A la par, busca compartir su conocimiento para no ser de los pocos que se dedican a la clorotipia, sino que este tipo de arte se vuelva más popular, con esa visión, actualmente imparte clases en un instituto de fotografía, lo cual disfruta, pues asegura que le permite enseñar y ayudar a las nuevas generaciones, “he tenido alumnos que me han confesado ser consumidores de marihuana y a través de mis clases, han aprendido a darle otro uso a esta planta”, comenta.
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También dicta cursos de manera particular de clorotipia bajo la modalidad on-line, lo cual define como una experiencia enriquecedora, pues a través de la plataforma multimedia conforma una comunidad internacional con participantes de distintos países como Italia, Cuba y España. Además, intercambia saberes mediante un grupo de facebook llamado “Trazo Solar”.
No cabe duda, la pasión que siente Morales por las artes visuales, lo cual se percibe en su trabajo que se puede observar en redes sociales, museos o en una de sus clases.