
El boom en la cosmética es ahora el cannabidiol (CBD) un extracto de la planta de cannabis que se le conoce por sus propiedades hidratantes y antiinflamatorias, idóneas para la piel, no se trata de un ingrediente de moda, sino de una sustancia que recién se incorpora al mundo de la estética, debido a que antes se estigmatizaba por provenir del Cannabis, pero una vez se determinó que su composición no es psicoactiva, comenzó a proliferar en el mercado.
Ahora es posible conseguir aceites, bálsamos y cremas con CBD y seguramente ya has escuchado que son buenas para hidratar, desinflamar y relajar, pero ¿cómo actúan las cremas con CBD en la piel para lograr ese efecto?, aquí despejamos esa incógnita basado en unos estudios realizados en torno a esta sustancia.
El cuerpo posee receptores de CBD
Todo empieza con el sistema endocannabinoide que posee el cuerpo humano, el cual se encarga de regular varias funciones corporales y reacciona mediante la proliferación de cannabinoides que produce el organismo y también los provenientes de fuentes externas como el CBD.
Esa interacción se logra no sólo al producir o ingerir estos cannabinoides, sino también al frotar en la piel, pues los receptores del sistema endocannabinoide se encuentra en todas partes del cuerpo e incluso debajo de la superficie de la piel.
El CBD penetra en la piel
Al aplicar un producto tópico con CBD, la solución atraviesa la capa externa de la piel conocida como epidermis hasta llegar a la dermis. Por su parte, los folículos pilosos y las glándulas sebáceas sintetizan endocannabinoides como anandamida y 2-AG, mientras que la mayoría de las células de la piel se encargan de hacer su trabajo como receptor de los cannabinoides CB1 y CB2 en sus membranas.
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En ese proceso, se aprovechan los beneficios del CBD y se refleja en una piel mucho más sana y nutrida, posiblemente acompañado de una sensación de bienestar. De hecho, algunos usuarios informan que sienten una «diferencia» después de aproximadamente 10-15 minutos de haber aplicado el tópico, sin embargo varía de acuerdo a distintos factores como la formulación del producto.