Autoridades de San Diego tienen planes de hacer ajustes a la regulación del cannabis en la ciudad y situarla a la par de otras grandes urbes californianas. “Ha llegado el momento de que San Diego se ponga a la altura de casi todas las demás grandes ciudades de California” anunciaron los funcionarios, quienes centran sus esfuerzos en implementar un programa de equidad de cannabis subvencionado por el estado.
Según sus promotores, la idea es ayudar a las minorías a entrar en el negocio de la marihuana e incrementar el número de dispensarios permitidos en la ciudad, pues la cantidad es la misma desde 2014.
Fase de evaluación
Desde la primavera los consultores evalúan el proyecto y llevan a cabo una serie de foros comunitarios. En particular, analizan las estadísticas de delincuencia de la ciudad, antes y después de la legalización de la marihuana en el estado, también evalúan la demografía de las personas que han recibido los casi 80 permisos de negocios de cannabis que San Diego ha emitido desde que se legalizó la venta de productos cannábicos.
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Mientras que en los foros comunitarios preguntan a los residentes sobre los obstáculos que han encontrado para entrar en la industria del cannabis legal, y sobre cualquier idea que tengan los residentes para hacer que la industria sea más inclusiva.
De esta manera, comienzan con su plan de equidad que ya otras regiones como Oakland, Los Ángeles, San Francisco, Sacramento, Long Beach, el condado de Humboldt y el de Mendocino han implementado.
