
Para el movimiento rastafari la marihuana está intrínsecamente ligada a sus actividades religiosas, tanto es así que en Jamaica y otras islas del Caribe donde hacen vida activa estos grupos sociales, las autoridades les permiten el uso de la planta con fines religiosos, pero no en todas las naciones ocurre lo mismo, por ejemplo, en Kenia mantiene prohibición sobre el cannabis a pesar de la notoria cantidad de rastafaris que residen en el país africano.
Para hacer frente, la Sociedad Rastafari de Kenia (RSK) interpuso una demanda ante los tribunales kenianos para pedir que se retire la ley que criminaliza el consumo de marihuana. Los solicitantes alegan que esta prohibición viola su libertad religiosa. «La legislación es inconstitucional debido a que viola los derechos de culto de los miembros de esta comunidad» se lee en el documento presentado ante los organismos de justicia.
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Por su parte, los abogados Shadrack Wambui y Alexander Mwendwa resaltaron que el consumo de marihuana es un «sacramento», utilizado para facilitar la conexión entre los rastafaris y su «creador», seguidamente agregaron que es usada para fines ceremoniales, medicinales y gastronómicos.
Explicaron que quienes forman parte de esta religión, usan la marihuana para la «meditación » y «sesiones de razonamiento» en grupo, como parte del ritual, los practicantes utilizan el cannabis habitualmente en una pipa o es quemada como incienso para acompañar los rezos a su Dios, Jah. Un acto que aparece en el libro sagrado de los rastafaris, el ‘Holy Piby’.
Expuesto su uso, los juristas denunciaron que la Policía acosa, intimida y arresta a miembros de la comunidad por el consumo de cannabis en ámbito privado y con fines religiosos, por lo que no dudaron en manifestar que la legislación vigente es «hostil e intolerante hacia personas que profesan la fe rastafari».
Los abogados trajeron a colación la Constitución de Kenia e indicaron: «estamos en un nuevo marco constitucional tras la promulgación de la Carta Magna de 2010, que es progresista y acomoda a la diversidad». También recordaron que en 2019, el gobierno keniano reconoció a los rastafarismo como una religión.