La Ley Agrícola de 2018 contempla el uso industrial del cáñamo en territorio estadounidense, siempre y cuando la planta no exceda el umbral de 0.3% de THC, a tal efecto, aquellas cosechas con cantidades superiores son consideradas ilegales y deben destruirse, pero esto podría cambiar y es que a mediados de diciembre, el senador de Kentucky, Rand Paul presentó una propuesta legal para triplicar el límite de THC para el cáñamo cultivado en el país.
De aprobarse la ley, se llevaría las cosechas legales de 0.3% al 1% de THC, al igual que todos aquellos derivados de la planta, como los aceites de CBD, comestibles, entre otros, además permitiría a los agricultores someter a prueba los productos finales de cáñamo y no la materia prima vegetal, mientras que aquellas cepas con más de 1% de psicoatividad quedarían prohibidas.
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«Todavía hay trabajo por hacer para evitar que el gobierno federal agobie a nuestros agricultores con una microgestión burocrática innecesaria», manifestó Paul en un comunicado.
La iniciativa proviene de un senador republicano, aunque el verdadero reto es lograr el consenso durante el actual período legislativo que está por culminar. En la agenda del Senado también está pendiente el proyecto aprobado por sus homólogos de la cámara baja, quienes están de acuerdo con legalizar la marihuana en el ámbito federal.
