El presidente Joe Biden, quien en sus tiempos de campaña se mostró dispuesto a legalizar la marihuana, al momento en que llegó al poder se alejó de esa disposición y pocas acciones ha tomado sobre el tema hasta principios del mes de octubre cuando asumió una medida que puede considerarse la primera procannabis de su gestión y es que el mandatario norteamericano valiéndose de sus atribuciones, ordenó el indulto de los presos por hechos vinculados con esta planta a nivel federal.
Además de indultar en estos casos, Biden exigió a los representantes del Departamento de Salud y de Servicios Sociales y al fiscal general, Merric Garland, que inicien «de forma expedita» la revisión de la clasificación de la marihuana dentro de las drogas más peligrosas, como la heroína o el LSD.
Cumplió promesa de camáña electoral
De esta manera, el presidente estadounidense cumple con lo que dijo en campaña, pues en esos tiempos expresó:
“Nadie debería estar en la cárcel por la marihuana. Si llego a presidente, despenalizaré el consumo de cannabis y eliminaré las anteriores convicciones”.
Ante esas promesas y ya en sus tiempos como Jefe de Estado, famosos se habían reunido y mediante carta abierta habían pedido que liberara a los presos relacionados con hechos no violentos sobre marihuana.
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La medida beneficia a quienes estén inmersos en esta causa, así como alrededor de 6,500 personas que han cumplido penas por este hecho a nivel federal.
“Mandar a prisión por posesión de marihuana ha trastocado demasiadas vidas”, manifestó Biden en un vídeo en que presentó su decisión. «Y, además, hay una clara disparidad racial sobre persecución y condenas. Estamos corrigiendo lo que hemos hecho mal», añadió.
En efecto, investigaciones han demostrado que existe disparidad racial al momento de las detenciones por marihuana y ahora buscan resarcir tal desigualdad.
