
En 2013, durante el gobierno de José “Pepe” Mújica legalizaron la marihuana en Uruguay a través de la Ley 19.172, desde entonces se convirtió en el primer país en permitir todos los usos de esta polémica planta, no obstante, las ventas en farmacias comenzaron mucho más tarde.
Fue en julio de 2017, cuando las farmacias autorizadas pudieron vender flores de cannabis empaquetadas a uruguayos mayores de edad previamente inscritos en un registro nacional, en ese momento, ya habían 4,711 personas que se habían anotado para adquirir los cogollos.
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Una semana después esa cifra prácticamente se duplicó, pues llegó 9,163 y un año más tarde alcanzó los 24,324, la expansión continuó y hoy, justo cuando se cumplen cinco años de esas ventas legales, el número de registrados es de 49,630, lo cual es bastante significativo si se toma en cuenta la población de Uruguay.
Hay quienes prefieren los clubes de consumo o el autocultivo
Hay otros consumidores que no les gusta adquirir los cogollos en farmacia, pues consideran que tienen un efecto poco potente y en su lugar, recurren a los clubes de consumo y también quien prefieren practicar el autocultivo, pues todas ellas son formas de abastecerse de marihuana en el país sureño.
Recientemente un grupo de legisladores de la bancada de derecha propuso derogar la ley que legaliza el cannabis, argumentando que el consumo es desmesurado, sin embargo, no cuentan con suficiente respaldo y en contraposición hay un informe del año pasado, el cual establece que la legalización del cannabis mantiene consumo estable y frena el mercado negro en Uruguay y un estudio que determinó que tampoco incentiva el uso entre adolescentes.