
En Estados Unidos actualmente once estados permiten el uso de la marihuana con fines recreativos, entre ellos, Colorado y Washington, los cuales fueron los primeros en legalizar la planta en el año 2012.
Esa legalización trae implícitos cambios en el ámbito social, a propósito, surgió una investigación en la Universidad de Temple (Filadelfia) con el propósito de conocer cómo ha influido esa decisión política en el consumo de cannabis en los adolescentes y se evidenció un descenso en el número de jóvenes ingresados en los programas de desintoxicación en ambos estados.
Los autores del estudio publicado en Drug and Alcohol Dependence, evaluaron la admisión a los programas de tratamiento de consumo de marihuana entre los años 2008 y 2017 tanto en Colorado como Washington y en otros estados donde no está legalizada la planta.
Para ello, tomaron en cuenta los datos recopilados en la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EEUU, tras analizar las cifras, determinaron que los programas financiados con fondos públicos descendieron en todas las regiones. En los casos de Washington y Colorado, la disminución de los ingresos fue mayor, aunque de forma no muy significativa con relación a otros estados.
“La legalización de la marihuana también puede aumentar su accesibilidad y su aceptación social”, manifestó Jeremy Mennis, uno de los autores del estudio.
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Mennis y su equipo todavía no tienen muy claro cuáles son las razones de esa disminución, suponen que pueda tratarse de la manera en cómo los ciudadanos ven el cannabis, pues en la actualidad ha disminuido la percepción negativa que se tenía sobre la planta.
“Curiosamente, a nivel nacional, las admisiones a tratamiento de adolescentes por trastorno por consumo de cannabis han estado disminuyendo recientemente incluso cuando el consumo de marihuana nacional entre adolescentes se ha mantenido relativamente estable”, afirman los investigadores.