Pensilvania puede ser el próximo en legalizar la marihuana en los Estados Unidos. A principios de año, el gobernador Tom Wolf pidió a los congresistas estatales legislar sobre la materia y en octubre, efectuaron una encuesta para conocer cuál es el criterio de sus residentes en torno al uso del cannabis, en la consulta, la mayoría dijo estar de acuerdo con una regulación de la planta.
A principios de noviembre, los residentes de Filadelfia, la ciudad más grande y habitada de Pensilvania, participaron en unos comicios no vinculantes, en los cuales respondieron si están de acuerdo con la regulación de la marihuana.
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El evento comicial lo impulsó el Ayuntamiento, tras un a iniciativa del concejal demócrata Derek Green, quien ha mostrado acciones procannabis durante su gestión.
Una vez los votantes acudieron a las urnas electorales, los resultados preliminares arrojaron un 73% a favor de la legalización y 27% en contra. Tales cifras reflejan el enorme respaldo de las mayorías, y si bien, en Filadelfia y algunas otras ciudades de Pensilvania la posesión de pequeñas cantidades de cannabis está despenalizada, muchos quieren ir más allá y lograr una regulación integral que permita la producción, manufactura, compra y consumo de los derivados de la planta, lo que pronto puede ser una realidad.
