Ni Suiza con el Programa de Consumo Recreativo, ni Alemania con el acuerdo tripartita, tampoco Luxemburgo fueron los primeros en legalizar la marihuana en la Unión Europea, el puesto se lo llevó Malta y es que este martes 14 de diciembre la Cámara de Representantes del país mediterráneo legalizó el autocultivo y consumo de cannabis con fines recreativos, luego de los votos a favor del Partido Laborista.
La iniciativa estuvo a cargo del parlamentario actual y ministro de Igualdad, Investigación e Innovación, Owen Bonnici, quien presentó el proyecto en la instancia legislativa que debía pasar por tres lecturas, la última de ellas, obtuvo 36 votos del Partido Laborista del Primer Ministro Robert Abela y con 27 en contra de la oposición conservadora, el Partido Nacionalista
Tras los resultados Bonnici escribió en sus redes sociales: “Somos los que crean el cambio”.
And the ayes have it!
The #Cannabis reform bill has just been approved at third reading stage.
We are the change makers.
— •Owen Bonnici (@OwenBonnici) December 14, 2021
Disposiciones legales
Ahora queda pendiente que el presidente de Malta, George Vella plsme su firma en la ley como un acto de formalismo para que comience a ejecutarse, una vez lo haga, Malta permitirá el uso, cultivo y tenencia del cannabis dentro de ciertos límites con fines recreativos.
En particular, podrán hacer uso de la planta residentes mayores de 18 años de edad, quienes tendrán la posibilidad de poseer hasta siete gramos marihuana y sus derivados psicoactivos, como el hachís, además de cultivar hasta cuatro plantas en casa y conservar un máximo de 50 gramos de sus hojas.
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La ley también establece ciertas restricciones, por ejemplo, impone multas de entre 80 y 100 Euros a quienes posean más cannabis del límite establecido, también sanciona quienes consuman la sustancia vegetal en público, en ese caso, el infractor deberá pagar 235 Euros y si hay menores de edad en las adyacencias la multa será de 500 Euros.
Los consumidores deberán hacer uso de la planta solo en casa y/o en salones de consumo amparados por la ley, tales establecimientos funcionarán como asociaciones privadas sin ánimo de lucro, donde sus socios (máximo 500) podrán adquirir cannabis, como un tipo de actividad privada sin ningún tipo de promoción o publicidad, además deberán operar en sitios retirados de escuelas y centros juveniles.
