
Desde el mes de marzo, la producción de cannabis es legal en Francia para fines medicinales, así lo contempla un decreto gubernamental, publicado en el Boletín Oficial de la República Francesa a mediados de febrero y donde se trata a la planta como los fármacos regulados.
No obstante, todavía queda pendiente la regulación por parte de los legisladores, quienes deben trabajar en un futuro reglamento, de hecho, un día después de la publicación del Decreto, se reunió el Comité Científico Temporal, el cual se encargará de estudiar las formas de regular el cannabis medicinal y las “especificaciones técnicas de la cadena de producción desde la planta hasta el fármaco”.
Trabajan en la reglamentación
La reglamentación, resulta oportuna a la brevedad posible, pues dado el corto tiempo en que se desarrolló el Decreto, algunos expertos en derecho, consideran que pudieran existir algunas inconsistencias de forma que, incluso, podrían interferir con el decreto del CBD y el cáñamo industrial vigente en el país galo.
Para realizar las consideraciones correspondientes, los integrantes del Comité Científico Temporal, constituido dentro de la Agencia Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios, se reunirán a lo largo de cuatro meses para abordar temas de la futura regulación, entre los que se incluyen los niveles de THC y CBD de las plantas, las variedades de cannabis, los métodos de trazabilidad, las presentaciones farmacéuticas y los criterios de calidad de los productos.
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Las medidas vendrían a beneficiar a pacientes con ciertas afecciones que pudieran ser beneficiados con el cannabis. En la actualidad, unos 3,000 franceses forman parte de un Programa Piloto, por medio del cual se suministran aceites de cannabis y cogollos con tres tipos de formulaciones (rico en THC, rico en CBD y de concentración equilibrada) según la afección a tratar y con la legalización de los cultivos es posible tener acceso a una planta de producción nacional.