
La tesis de algunos sectores y funcionarios de gobiernos, quienes consideran que la legalización de la marihuana genera libertinaje e incita al consumo, ya se considera un argumento improcedente con los resultados obtenidos hasta ahora en países en los cuales se permite el uso lúdico de la planta, donde se refleja un consumo controlado.
Al punto que, el uso de cannabis entre menores de edad bajó en Canadá y Uruguay después de la legalización, mientras que en Estados Unidos una nueva investigación sugiere que menos adolescentes recurren a tratamientos de rehabilitación por abusar del cannabis en los estados donde se permite esta sustancia vegetal.
Este último estudio desglosó el número de adolescentes que fueron admitidos en programas de tratamiento por problemas relacionados con la marihuana. En general, los resultados mostraron que en aquellos estados donde el cannabis es legal, se registraron menos jóvenes en programas de rehabilitación.
Resultados del estudio
El informe publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señala: “las admisiones a tratamientos de adolescentes por marihuana disminuyeron en la mayoría de los estados. La tasa media anual de admisiones para todos los estados se redujo durante el período de estudio en casi la mitad, de 60 (admisiones por cada 10.000 adolescentes) en 2008 a 31 en 2017 «.
El documento destaca que los estados donde se detectaron los descensos más pronunciados cuentan con la industria cannábica operativa, no solo en el ámbito medicinal, sino también recreativo.
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Tales hallazgos representan una información significativa, tanto para los defensores del cannabis como para quienes aún no fijan una posición contundente, pues desmonta la hipótesis de los detractores, quienes consideran que la aceptación de esta planta desata el consumo.
A propósito del estudio, el subdirector de NORML, Paul Armentano se pronunció e indicó: “Estos hallazgos se suman al creciente cuerpo de literatura científica que muestra que las políticas de legalización se pueden implementar de una manera que brinde acceso a los adultos y al mismo tiempo limite el acceso y el uso indebido de los jóvenes”.