Las autoridades holandesas ordenaron el cierre de cafés, restaurantes y clubes entre otros establecimientos para evitar la propagación del coronavirus en la región. Ante la medida, cientos de residentes decidieron correr a los coffee shops para abastecerse de cannabis en los próximos días que pudieran ser de cuarentena.
La agencia de noticias AFP reseñó que los clientes se alinearon en sus decenas mientras intentaban superar el plazo para el cierre de los cafés de marihuana y almacenar suministros de la planta para lo que podrían ser semanas de encierro.
Medida
La agencia de noticias aseguró que las colas aumentaron minutos después de que los ministros de salud y educación holandeses dieron una conferencia de prensa televisada anunciando el cierre de muchas empresas, junto con todas las escuelas holandesas.
Es de recordar que en Holanda son muy conocidos los coffee shops y los bares nudistas en el barrio rojo, los cuales se han convertido en lugares emblemáticos para el país, pero que por estos días deberán cerrar sus puertas como parte de un plan preventivo.
A tal efecto, los holandeses no solo buscaron aprovisionarse de alimento, bebidas y artículos de higiene, sino también de marihuana.
Reacciones
«Tal vez durante los próximos dos meses no podamos obtener algo de marihuana, por lo que sería bueno tener al menos algo en la casa», comentó Jonathan, un comprador holandés, frente a la cafetería The Point en La Haya.
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Por su parte, el personal estableció líneas separadas para efectivo y tarjetas mientras los clientes se apresuraban a pedir suministros de cepas con nombres exóticos como «Doctor», «Bubble» y «Purple Haze» antes de que se cerraran las puertas.
El cannabis es técnicamente ilegal en los Países Bajos, pero despenalizó la posesión de menos de cinco gramos (0.18 onzas) de la sustancia en 1976 bajo una política llamada «tolerancia».
