Con el fin de conocer las prácticas de reducción de daños y riesgos en los clubs de cannabis de Cataluña, realizaron una evaluación a 15 de los 16 establecimientos pertenecientes a la Federación Catalana de asociaciones cannábicas (CatFac).
Para lograr el objetivo, los autores del estudio diseñaron una encuesta con 45 preguntas inherente al funcionamiento de los clubs y las prácticas aplicadas en la reducción de riesgos. Los participantes accedieron a responder todas estas interrogantes y luego los investigadores evaluaron las respuestas.
De este modo, pudieron determinar que la mayoría de los clubs entrevistados cuentan con medidas de reducción de daños, tales como información disponible para los socios sobre los riesgos del consumo, acceso a vaporizadores o filtros para fumar, análisis de laboratorio del cannabis disponible, apoyo e información medicinal o enlaces con clínicas de profesionales sanitarios.
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Sin embargo, los encargados de la revisión precisaron que la ejecución de estas medidas no se aplica de manera uniforme, es decir, cada club tiene sus propios métodos de funcionamiento que en ocasiones puede ser muy diferente al de los otros establecimientos.
“En este momento, nuestros resultados muestran que la implementación de principios generales de reducción de daños a través de acciones específicas y protocolos operativos no es sencillo para todos los CSC, que en ciertas áreas, podrían beneficiarse de un mayor apoyo, capacitación o herramientas que les permitan alcanzar su verdadero potencial como agentes efectivos de reducción de daños”, concluyeron los autores del estudio publicado en International Journal of Drug Policy.
