Luego que la coalición tripartita de Alemania acordara la legalización del cannabis, se abrió el proceso de regulación y aunque pudieran encontrarse con algunas trabas, los trabajos avanzan y ya se estiman algunas normas a incluirse, las cuales se describen a continuación:
La propuesta por parte del gobierno es que los adultos compren y posean hasta 20 gramos (0,71 onzas) de cannabis, también consideran que los productos cannábicos contengan hasta un 15% de THC y una concentración menor de hasta 10% para los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 21 años de edad.
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Los derivados de la marihuana se comercializarían en tiendas autorizadas y se impondría un impuesto sobre las ventas, así como un impuesto adicional que variaría según el contenido de THC, aunque todavía no hay una tasa establecida.
Lo que sí está claro es que los impuestos no deben ser exacerbados, por el contrario, tendrían que conducir a un precio minorista competitivo con el del mercado negro, pues parte de los objetivos es frenar las ventas ilegales.
Permitirían el autocultivo
La regulación abordaría el autocultivo que, estiman, se permita con hasta dos plantas por cultivador y por su puesto, para hacer todo esto posible, el cannabis tendría que dejar de ser calificado como un estupefaciente dentro de la legislación alemana.
Por último, pero no menos importante, las ventas y autocultivo se llevarían a cabo resguardando la seguridad del colectivo, al respecto, el ministro de Salud, Karl Lauterbach se pronunció ante la Cámara Baja e indicó: “El cannabis debe consumirse de manera que proteja a quienes lo consumen y proteger la salud es de suma importancia”.
