Hay una delgada línea entre cáñamo y marihuana, su diferencia radica en su contenido de THC, el componente psicoactivo presente en la planta, básicamente la primera variedad posee concentraciones mínimas y es permitida en diversos países con fines industriales.
En todos los países y regiones donde es legal el cáñamo industrial, establecen un límite máximo de THC, por lo general, es de 0.3%, aunque en algunos casos exceden ese umbral, tal y como está por ocurrir en República Checa, donde la Cámara de Diputados acaba de aprobar elevar el nivel de THC en los cultivos del también llamado hemp.
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La medida se produjo luego que los diputados rechazaran una enmienda del Senado, el cual pretendía evitar el incremento de THC permitido e imponía nuevos requisitos de certificación para los productos de cáñamo industrial.
Cáñamo con mayor cantidad de THC
Con tal decisión, las plantaciones legales de cáñamo están por pasar del 0.3% de THC a 1% y posteriormente utilizar como materia prima en la elaboración de otros productos consumibles, mientras que los extractos y tinturas derivados de esta planta con un contenido de hasta un 1% de THC van a dejar de considerarse una sustancia controlada bajo la ley de estupefacientes.
“Todos los extractos de cannabis que tengan un contenido de THC de hasta el 1% en peso y que al mismo tiempo no tengan efectos narcóticos estarán completamente exentos del régimen de abuso de sustancias”, aclaró el diputado pirata Tomáš Vymazal, “los agricultores que cultivan variedades de cáñamo industrial del catálogo común europeo no tendrán que demostrar el contenido de THC de las plantas de cáñamo; solo presentarán un certificado de origen”, agregó.
Solo falta que el presidente estampe su firma en el proyecto para que se ejecute de manera oficial.
