Desde que se legalizó el cáñamo a finales de diciembre de 2018, las siembras de esta planta se multiplicaron con la particularidad que muchos productores se han interesado en prácticas orgánicas, pues anteriormente los pocos cultivos se llevaban bajo técnicas ordinarias y con insumos de origen sintético.
Ahora esto ha cambiado, los agricultores velan por el crecimiento de la planta de manera natural, libre de pesticidas y agentes químicos, mientras que al manipular evitan generar un impacto ambiental, de esta manera se cuida el ambiente y las cosechas se revalorizan, pues actualmente los productos a base de cáñamo más demandados son los de origen orgánico.
Certificación de terceros
Pero no solo basta con anunciar que la plante es de origen es orgánico, sino para garantizar que así sea, el proveedor de materia prima debe contar con un certificado otorgado por firmas especializadas, que luego de verificar que los cultivos cumplan con los estándares de calidad, asignan el aval.
Tal es el caso de Oregon Tilth, una organización sin fines de lucro con sede en Corvallis, Oregon, que certifica granjas orgánicas en 49 estado del país. Hay otras que van más allá y otorgan certificado de prácticas agrícolas regenerativas, como es el caso de Regenerative Organic Alliance (ROA), que emite el Regenerative Organic Certified.
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Para obtener esa distinción, los productores deben cumplir criterios que superan los estándares federales actuales de cultivo orgánico, pues según los promotores, el certificado se desarrolló con la certificación orgánica del Departamento de Agricultura de los EE. UU. como base para reconocer las granjas y productos que cumplen con altos estándares de salud del suelo, bienestar animal y equidad social.
Sin duda, Regenerative Organic Certified se convierte en un aval que muchos productores de hemp quieren tener en la actualidad.
