
Luego de una revisión, la Comisión Europea (CE) fijó los límites máximos de THC permitido en alimentos derivados del cáñamo, todos ellos de gran demanda en la actualidad y por consiguiente recomendable estandarizar la concentración de ingredientes para garantizar la seguridad del consumidor.
En particular, el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos de la CE aprobó en consenso los niveles de delta-9-THC máximos en comestibles. En el caso del aceite derivado de semillas de cáñamo han sido establecidos en 7,5 mg por cada kilo de producto, mientras que para los alimentos de cáñamo seco, tales como semillas de cáñamo descascaradas, harina y proteína en polvo, el nivel máximo de THC se limitó en 3,0 mg/kg.
Tales limites, no fueron del agrado del todo, de hecho, la Asociación Europea de Cáñamo Industrial (EIHA) refutó la decisión, pues el gremio había solicitado hasta 10 mg por kilo, equivalente al de otros mercados, como Canadá o también Australia y Nueva Zelanda, estos dos últimos permiten un límite de 10 mg/kg para aceites y de 5 mg/kg para alimentos secos, en cambio, en Suiza los límites para aceites son de 20 mg/kg y para y alimentos secos de 10 mg/kg.
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La EIHA cuestionó que la Comisión Europea no haya incluido en la regulación un apartado sobre la “incertidumbre de la medición”, para avalar que los niveles de THC en los alimentos pueden oscilar y aumentar legalmente hasta un determinado porcentaje debido a las desviaciones de las pruebas y análisis de laboratorio.
En vista que en la regulación no abordaron la incertidumbre de la medición, la IHA se pronunció y expresó: “Serán comercializables los productos alimenticios de cáñamo que contienen entre 4,2 y 4,5 mg/kg para productos secos y entre 10,50 y 11,25 mg/kg para aceite”, debido al porcentaje de variación derivado de los análisis de laboratorio.
Ahora bien, al no haber quedado reconocido oficialmente en la regulación, los productores se verán obligados a “explicar y defender constantemente la incertidumbre de la medición ante las autoridades”, dijo la EIHA, lo que a su juicio “genera ambigüedad e incertidumbre en el mercado”.