Aunque Alemania avanza en la industria del cannabis y el cáñamo, todavía comercializar los productos derivados de la planta sigue siendo riesgoso, pues las autoridades policiales y judiciales son recelosas con la sustancia.
Hace unos meses, los propietarios de una empresa de CBD fueron condenados a prisión por el manejo y comercialización de unos cogollos, sin embargo, los implicados recurrieron al Tribunal Federal de Justicia (BGH) y consiguieron un amparo, luego que la instancia declarara que la venta de cogollos ricos en CBD no es ilegal en el país siempre y cuando no sea utilizado indebidamente con “fines de intoxicación”.
A pesar de esa sentencia, se desató un nuevo incidente, esta vez, en la conocida cadenas de supermercados Lidl, donde la policía irrumpió en los establecimientos para allanar una línea de comestibles y bebidas infundidas con cáñamo que estaban disponibles para la venta.
Te puede interesar: Gremio del Cáñamo quiere estandarizar el manejo de la planta en Europa
Los encargados del operativo explicaron que someterán muestras de los productos retenidos a pruebas de laboratorio para conocer las concentraciones de THC, pues recordaron que en la nación es legal el CBD, siempre y cuando no contenga más del 0.2% de THC.
Por su parte, los representantes de los supermercados aseguraron que los productos se encuentran dentro del umbral permitido, sin embargo, retiraron la merca.cía de los estantes, mientras se realizan las investigaciones correspondientes.
Quedará esperar los resultados de laboratorio, entre tanto, el panorama para los comerciantes de CBD en tierras germanas resulta confuso, aunque es probable el amparo legal, tal y como ocurrió en España, donde el propietario de una tienda de CBD fue enjuiciado por unos cogollos que tenía a la venta y el tribunal decidió absolver sus cargos y reintegrarle la mercancía, amparado en una jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la cual establece que “el CBD no tiene efectos psicotrópicos ni efectos nocivos sobre la salud humana”.
