Salieron los defensores del Delta-8-THC ante las medidas prohibitivas que han adoptado las autoridades de varias localidades en los Estados Unidos, se trata de los representantes de la Asociación de Industrias del Cáñamo, quienes anunciaron que presionarán para que la sustancia y otros isómeros de THC derivados del hemp sean regulados pero no prohibidos.
«La prohibición es un concepto fallido«, subrayó la referida organización del cáñamo en su declaración de política. «Solo agrava la amenaza para los consumidores creada por los mercados no regulados y es la antítesis del espíritu de la libre empresa», agregó.
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Con ese pronunciamiento, la asociación cañamera se posiciona como la primera organización en el ramo que fijan posición con respecto al Delta-8, pues otras se mantienen neutrales.
Por su parte, la Asociación de Industria del Cáñamo alega que el THC no representa una amenaza para la salud pública, a diferencia del tabaco o el alcohol, por lo tanto, los estados que prohíben los isómeros de THC derivados del cáñamo debería, en su lugar, buscar un «marco regulatorio para su producción que dé prioridad a la seguridad del consumidor y se base en la ciencia».
